22/6/11

Coria



Municipio de la provincia de Cáceres, en la Comunidad Autónoma de Extremadura (España). Está situado en el noroeste de la provincia, en la comarca de Valle del Alagón, a unos 70 kilómetros de su capital.


Lámina a plumilla – Autor: Jaime Valiente – Fuente: “Extremadura Perdura


Según todos los estudiosos, los “sanjuanes” de Coria tienen su base festiva en la cultura prerromana de los vetones, que rendían culto al Sol y al Toro.

Por otro lado, la forma de celebrar los juegos de toros en los sanjuanes contaba también con elementos que provenían de la ancestral tradición del “Toro Nupcial”: las banderillas de los mozos, el afán por lograr las turmas del toro y, muy posiblemente, hasta los soplillos, como se puede desprender de la Cantiga CXLIV.

Dos raíces que encuentran su eje en una consideración totémica del Toro.


Historia

En el término municipal de Coria se han hallado algunas evidencias humanas prehistóricas que se remontarían al Paleolítico Inferior, pero el primer indicio de un asentamiento continuado no lo tenemos hasta los tiempos previos a la dominación romana:

Coria se encuentra en un punto limítrofe entre los territorios que, antes de la llegada de los romanos, ocuparon los lusitanos y los vetones. Ptolomeo no la encuadra como vetona, pero se han encontrado vestigios que indican que sí lo fue, pues uno de los núcleos neurálgicos vetones fue la antigua Caura, de donde derivaría el nombre de Coria en latín: Caurium, que es como se denominó definitivamente a la población una vez conquistada por Roma tras un largo período de confrontaciones con los pobladores autóctonos.

De esa época romana es la Muralla de la ciudad.

El siglo V fue un período convulso en el que se produjo la caída del Imperio de Roma y, en la Península Ibérica, las invasiones bárbaras. Nada más comenzar el siglo VI, los visigodos crearon un reino hispanovisigodo con capital en Toledo, en el que Coria destacó como ciudad de importancia, ya que de esta época es cuando se data con certeza la existencia de la Diócesis de Coria.

La localidad pasó a formar parte del territorio musulmán a mediados del siglo VIII y, pese a los continuos intentos de reconquista por parte de los cristianos, estuvo bajo dicho dominio hasta el año 1142, que fue cuando la conquistó definitivamente el rey Alfonso VII.

Una vez reconquistada, Coria quedó constituida como localidad de realengo, pero en el siglo XIV fue donada su tenencia al maestre de la Orden de Alcántara, y en el siglo XV pasó a ser feudo de la Casa de Alba. En esta época fue cuando se erigió el Castillo de la ciudad.

Por su parte, la Catedral se comenzó a construir a finales del siglo XIV, pero tardaron tres siglos en concluirla, combinándose por ello varios estilos artísticos en su obra.

El siglo XVI debió ser, sin duda, el de mayor prosperidad en Coria, como lo prueba el hecho del gran número de edificios que tiene de esa época. A partir de entonces fue languideciendo el esplendor de la ciudad.

La condición de ciudad amurallada continuó siendo determinante a lo largo de la historia de Coria para verse implicada en episodios bélicos, como ocurrió en el siglo XVII en la guerra contra Portugal y en el siglo XIX en la Guerra de la Independencia. Entre ambas, el famoso terremoto de Lisboa de 1755 también sacudió a Coria, provocando severos daños en la Catedral, algunos de ellos aún visibles, así como la variación del curso del río Alagón, lo que motivó a su vez que el puente de piedra que lo cruzaba quedara alejado del nuevo cauce.

En 1959 ocurrió un hecho que causó una gran conmoción en Coria. Ese año se constituyó la nueva Diócesis de Coria-Cáceres y, de facto, todo lo relativo al organigrama se trasladó a la capital provincial, lo que provocó numerosas protestas vecinales.

Tras varias centurias de estancamiento, Coria experimentó un innegable desarrollo durante las últimas décadas del siglo XX, afianzando su histórica condición de cabecera comarcal.


Monumentos


Ara romana incrustada en la Muralla de Coria


Coria posee un rico y valioso patrimonio monumental, del que resulta difícil destacar una única obra arquitectónica. Pero la que mejor puede aunar su valor arquitectónico con la implicación en la historia de la ciudad es, sin duda, la Muralla.

La Muralla de Coria es un extraordinario ejemplar de arquitectura militar romana que fue edificada entre los siglos III y IV, aunque cuenta con agregados y refuerzos árabes y medievales. Su conservación es magnífica, una de las mejores de Europa. Tiene un trazado casi trapezoidal y posee cuatro puertas de acceso abiertas: dos romanas y otras dos posteriores.


Turismo

Urbano.- No resulta necesario salir de la localidad de Coria para disfrutar de una enriquecedora jornada turística recorriendo su Casco Histórico Artístico y visitando el resto de sus monumentos, como el Castillo (del siglo XV-XVI), la Catedral (entre los siglos XV y XVIII) o el Palacio Episcopal (s. XVII). Os dejo un enlace para ampliar la información.

Naturaleza: los Canchos de Ramiro.- Aguas abajo de Coria, el río Alagón se encañona a su paso por las sierras de la Garrapata y la Solana, conformando un enclave rocoso conocido como los Canchos de Ramiro, en el que su vegetación, de tipo monte mediterráneo, y especialmente su fauna han determinado su declaración como Zona Especial de Protección de Aves, ya que allí habitan cigüeña negra, alimoche, águila imperial, águila real, buitre negro y buitre leonado, entre otras.



Es un enclave idílico para la práctica del senderismo, existiendo una ruta que parte desde el municipio de Cachorrilla (a unos 20 kilómetros de Coria), perfectamente señalizada y con paneles explicativos. Hay, además, un Centro de Interpretación Ambiental.


Fiestas de San Juan

No contamos con datos fidedignos del verdadero origen de estas fiestas. Pero, como el pueblo de los vetones era eminentemente ganadero y rendían culto al Toro y al Sol, se asocia ese conjunto de ideas para defender que son unas fiestas que deben tener un origen vetón, que debían festejar el Solsticio de Verano y que, posteriormente, se habrían cristianizado, pasando a celebrarse en el día que se honra a San Juan Bautista.

Respecto a la concreta costumbre de correr toros en estas fiestas, tampoco se puede asegurar su origen, aunque existen varias leyendas que tratan de aportar la razón del inicio de esta tradición. No obstante, lo que sí es cierto es que, cuando el Papa Pío V dictó en 1567 la bula “De salutis gregis dominici”, prohibiendo los espectáculos en los que se corrían toros, en Coria se aplicó el mandato que recogió Fray Manuel Rodríguez Lusitano en 1593: se prohibió correr toros por las calles de la ciudad cerradas de tal manera que no pudieran huir.

En 1606 se desobedeció ese mandato y fueron excomulgados el corregidor y los regidores, que llevaron su caso ante la Real Audiencia de Valladolid y lograron su absolución demostrando que “en esta ciudad había costumbre inmemorial de correr los toros por las calles, con las puertas cerradas, en los días de San Juan Bautista (24 de junio), Santiago Apóstol y Santa Ana (25 y 26 de julio) y Visitación de Nuestra Señora (8 de septiembre), con conocimiento y aprobación de los Prelados, canónigos y clérigos, participando éstos activamente en las fiestas”.

Ese legado histórico inmemorial es el que marca el arraigo que los caurienses siguen teniendo por sus sanjuanes.

En la actualidad, las Fiestas de San Juan de Coria, declaradas de Interés Turístico Nacional, se celebran entre los días 23 y 29 de junio, y en la web del Ayto. de Coria que os enlazo contáis con toda la programación del presente 2011, incluido el cartel de los toros que se correrán durante estos días de Fiesta.
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NOTA: Con mi bitácora no tengo fines lucrativos, por lo que solicito a los propietarios de los derechos de autor de las imágenes publicadas en esta entrada que me permitan mantenerlas, especialmente a Jaime Valiente, el autor del magnífico dibujo a plumilla que encabeza el texto, y con el que comparto en esta entrada el ideario de su blog (“extremaduraperdura”): dar a conocer, en este caso, la ciudad extremeña de Coria.
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